El último microbús
Cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia
viernes, 22 de febrero de 2013
Trágica comedia
La chica estudiaba la misma carrera,le gustaba la fotografía,y encima que tenga el mismo nombre me dije "pucha,y yo he peleado con ella".Bueno,no pelear,porque yo le hablaba a la muy hijaputa y no me hacía caso,pero la chica que conozco es mi menor por un año y medio,así que era imposible que sea ella,y menos,no le gusta la música electrónica.Así que ella aún sigue viva.
No es por nada,pero a esta chica,la mujer que conozco,le deseo todo lo peor.La muerte es algo mejor así que no friegue.
Cómo es la vida,¿no?La muerte no te hace sufrir,al menos eso creo.Igual,conoce a otras personas mejores que yo.
lunes, 4 de febrero de 2013
Frustación
martes, 8 de enero de 2013
Porque yo no tengo con quien...ir al cine
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Vacaciones
domingo, 25 de noviembre de 2012
Che Vergogna
domingo, 30 de septiembre de 2012
The 2nd Law
Bueno...Vayan y compren el disco!
domingo, 26 de agosto de 2012
Hey,baby,what's that sound
Por cierto,les dejo algunas canciones que suenan ahí.Espero sea de su gusto.
viernes, 13 de julio de 2012
Prometheus:crítica y detalles que no me dejaron satisfecho del film
lunes, 25 de junio de 2012
Lima Post Punk
miércoles, 13 de junio de 2012
Carne Trémula:informe técnico en base a cinco escenas seleccionadas
jueves, 7 de junio de 2012
Blac Swan:las realidad inexistentes y la paranoia en una bailarina de ballet
miércoles, 11 de abril de 2012
Análisis de la película “Martin (Hache)”
El conflicto central de la película “Martin (Hache)” se centra en la vida sin destino de un chico llamado Hache, de diecinueve años, que no tiene un futuro trazado, y que, luego de tener una sobredosis de drogas, su padre, que vive en España y que es director de cine, al enterarse de que estaba a punto de morir por la irresponsabilidad de su hijo, de alguna manera, toma responsable de la vida de este diciendo que se vaya a vivir con él a Madrid. A partir de ahí, el padre comienza a preocuparse por que su hijo caiga de nuevo en el vicio de las drogas y a tener una sobredosis; y no sólo eso, sino de que su amigo, que trabaja con él, y su mujer, que consumen drogas cuando les venga la gana, los lleve otra vez a ese mundo. A partir de ahí, el padre comienza a estar pendiente de Hache. Con los diálogos que ambos tienen, se da a entender que el chico nunca ha hecho nada con su vida, no sabe lo que hace, no sabe lo que le gusta, y en Buenos Aires nada más se dedicaba a tocar en una banda mientras que estaba perdidamente enamorado de una chica. El padre le para diciendo que haga algo, y que es por su bien, y de que donde ha estado, Buenos Aires, nunca ha tenido nada para ofrecerle pero sí todo para empeorarlo. Sin embargo, él parece estar en toda la película como un alma más; mientras, su padre pesimista le dice a su hijo cosas negativas y deprimentes como que no hay futuro, y el amigo de este y su mujer, por el contrario, le dicen a él y a Hache de que no todo es como dice ser, de que mientras hay vida hay esperanza, de que es joven, etc.
La situación que tiene Hache son familiares para mí en diversos aspectos, como en la forma de vestir: de hecho lucir polos de bandas de rock favoritas es como dar el mensaje de que le gusta a uno tal banda. Otro aspecto también es la etapa previa a la adultez. Hache ya salió de adolescencia, y como todo joven, tiene derecho a tener a un ser amado y que este lo rechace, así como al mismo tiempo tiene derecho a su vez de tener amigos con quienes pasar el rato. Asimismo, está el sueño cumplido de tener una banda, de tocar a un gran público en el escenario que sea y, claro, está el consumo de drogas a esa edad.
Lo que más me sorprendió de la película fue el comportamiento del papá de Hache y su amigo, el español con el que trabajaba y lo acompañaba a cada instante. De hecho, los dos eran personas diferentes en su modo de pensar. El padre era un señor aburrido, que ya se había separado de la mamá de Hache, y que tenía una pésima visión del mundo, y quizá, fue por eso, dice de que nada es perfecto, como Argentina, de que la patria no existe y que es un país en donde el futuro es un absurdo. Incluso, tiende a ver a sus hijos como algo que él mismo no tenía pensado en cómo iban a ser de adultos, la hija ya tenía un niño y el otro estaba en drogas. Asimismo, lo que me gustó también fue la escena del brindis cerca de la piscina, en donde Hache aclara que él no se quería suicidar, y que dejaba en claro de que tenía ganar de vivir y seguir viviendo, y que no lo molestaran y dejaran de preocuparse tanto en él, de que le perjudicaba un poco de que estuvieran detrás de él como un niño. Ahí, como que lo que Hache dice hace un cambio en el argumento, pues, al comienzo tenía la idea de que era así, de que el chico se quería suicidar, inclusive, el padre lo pensó así al enterarse del accidente. Sin embargo, las palabras de Hache dejaron que toda esa idea sea todo lo contrario. De ahí, lo que sí me disgustó mucho fue el suicidio de la mujer del padre de Hache, quien parecía vivir la vida a pleno y se sentía orgullosa de tener un buen cuerpo. Pero, las ansias de sentirse viva a través de la fornicación (que se lo propuso a Hache cuando ambos estaban solos en la playa) dan a entender que sólo la felicidad era necesaria para vivir, y que no tenía sentido hacer lo que uno estaba obligado, sino hacer lo que uno quería para sentirse bien consigo mismo.
Ahora, lo singular que tiene esta película en relación al cine comercial y que está en cartelera, es que esta película no da la sensación de que va a ser un boom en ventas de entradas, pues es una película en un idioma diferente al inglés, es una película en idioma español y de producción “argentino española”. También, los actores no son conocidos en el medio, y el público peruano no creo que iría a ver una película con actores “desconocidos”. A su vez, el film es muy lento, no tiene un entretenimiento clásico de comedia o de un drama muy bien elaborado al estilo Hollywood, que provoca que uno esté pegado con los ojos puestos en la pantalla, y por supuesto, el título no llama mucho la atención a menos de que se ponga “El Asesinato de…”, que atraería un público no tan mayoritario.
Personalmente, no me vi retratado con el personaje, con Hache, y tampoco con alguna escena de la película, pues, para comenzar, no tengo una banda, no uso polos con nombres de bandas, no me junto tanto con gente pesimista, y más aún, no consumo drogas aunque fumo un cigarro en cierta ocasión. Tampoco puedo decir que en la escena en la que el papá se pone los audífonos para escapar de la realidad pueda identificarme, pues siempre hay alguien molestándome, sea tocándome a mí o tocándome la puerta de mi cuarto para ir a comer o para salir. Aunque puedo decir que una vez un tío me ofreció y me prometió irme al extranjero con él para tener un mejor futuro, como suelen decir, pero al final nunca ocurrió, pues él decidió hacerse él mismo su propio futuro que cumplirme lo que me había prometido.
Existen muchas diferencias entre lo que he visto en la película y lo que veo en mi vida, y en particular, en ninguna de las escenas, y en ninguno de los personajes me he visto reflejado como para decir que me veo a mí mismo. Ya pasé la edad de los diecinueve, y no es como Hache lo vive.