domingo, 21 de febrero de 2010

Ser un gran hombre para ti

Quiero ser el hombre que te acompañe todos los días
y que al despertar seas tú la razón de mi existir.
Quiero ser el hombre que te ayude en tu vida,
desde lo posible hasta lo que no puedas cumplir.
Para mí esa sería la razón de mi vivir.

Quiero ser el hombre que te abrigue en los días de invierno,
el que te ilumine en la oscuridad.
Quiero ser el hombre que te diga “te quiero”,
y así poder caminar en la tranquilidad.

Aún recuerdo el primer día que te vi,
que formó una gran etapa en mi vida.
El apartar de una nube gris, el renacer que sentía,
era la alegría misma, que en tu lado enfatiza.

Quiero ser el hombre que esté en ti,
en tu corazón, en tu alma, en tu emoción…
en tus sonrisas y en tus tristezas
…en tu mente y en lo que te inspiras.

La segunda vez que te vi… tú estabas allí.
Seguía mirándote y mi asombro no pude contener.
Mi felicidad era más grande que la Tierra,
fresca como el mar y dulce como la miel.

No me agrada las matemáticas
pero por ti contaría todas las noches que he soñado contigo,
las estrellas y los domingos,
para verte feliz…
y para que te sientas como nunca te has sentido.

No me agrada la física,
pero por ti sacaría la magnitud de mi amor,
la fuerza y los vectores de mi ilusión,
para que sepas cuánto te quiero,
y cuánto deseo que estés cerca de mí.

Quiero ser el hombre que nunca te diga mentiras.
Quiero ser el hombre que te dé más que amar.
Quiero ser el aire de tus pulmones que botas y respiras,
las palabras de tu boca que lanzas al hablar.

Quiero ser el hombre que te regale rosas en la luz,
Que hombre que te pueda resaltar,
tus celos, tu cuerpo, tu silueta,
tus deseos, tu espacio puesto en una maleta.

Quiero decirte que eres como la burbuja,
y que me haces emocionar.
Quiero decirte que tu pelo es como la bruma,
y que tus palabras me hacen palpitar.

Con decirte que miro tu cara en la Luna.
Con decirte que me quitas el habla.
Con decirte que tu piel es como la espuma,
y cuando me dices algo,

Cómo quisiera decirte lo que quisiera decirte
y decirte todos los días y los días que pudiera,
y si los días que pudiera fueran todos los días
y no cuando quisiera decírtelas y al decírtelas
tú me escuches y al escuchar te encanten.

¿Cuánto tiempo ocultaré la verdad?
No lo sé, cuando pierda el temor.
Por fin tendré la oportunidad de decirte
que te quiero con todo mi amor.

La esperanza es una señal
que dice que todavía se puede lograr,
y si se puede lograr,
es porque existe una oportunidad más.

Red Bull, 6 soles setenta.
Lapicero Pillot, 2 soles.
Impresión en Xerox, 20 céntimos.
Que este poema llegue a ti y lo leas,
no tiene precio*.





*cómo no recibiría tarjeta por eso



Posdata: si ves por alguna parte la penúltima estrofa del poema escrita en cualquier
parte, quizá signifique mucho…

Sí. Mucho.

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