lunes, 27 de diciembre de 2010

Fe en la protesta y en la ilusión de un mejor escribano

Dijiste que ibas a quedarte más de una vez.Sé que no fue así.
Dijiste que me ibas a acompañar,a ser fiel.A sernos fiel.
¿Qué pasó para que dijéramos eso y hayamos hecho esto?
Dijiste que no me ibas a abandonar...pero creo que tú no lo viste así.

Dijiste que odiara a los ancianos,
a esos sacos de tripas y huesos podridos,
a esos seres con bastón y que son una escoria en la sociedad.

Son como los capitalistas de la etapa de la vida,
no nos dejan vivir.

Ellos no nos sirven,pero nosotros tenemos que servir fielmente a ellos.

Están por morirse y nosotros nos preocupamos de sus vidas,de sus almas...
¿qué tienes a cambio de ello?
Tienes su agonía,y su piel arrugada.
Tienes su malformación y su aliento sin ganas.

Dijiste que odiara a los adultos
que nos discriminan y nos ven diferente.
Que son fuente de sabiduría y experiencia
y que dicen ser la perfección o el profeta que viene a enseñarnos palabras,
más que palabras...


Dijiste que odiara a los jóvenes,
que somos el tercer mundo de la etapa de la vida,
los románticos de Goethe,los cursis vándalos,
aquellos sensibles en temas de amor...
Yo te voy a decir que el amor es la codicia y el cáncer pulmonar...

Dijiste que odiara a los niños,
que no nos como nosotros,
que son hombres,mujeres,que son esenciales y frágiles...
Habría que eliminar Disney para levantar un imperio Playboy
y mandar lo infantil al diablo.

Dijiste que odiara al cristianismo.
Lo odio,pero creo que lo necesito...

Dijiste que odiara a los judíos.
Si lo hago,adiós Shabbat,
adiós a todas esas frases de Pascua,
a esas alabanzas de los lunes...
y adiós a escuchar discursos que dices que es mejor suicidarse...

Dijiste que odiara a los negros...
Habría que calmar la ira de medio mundo para derrocar imperios

Dijiste que odiara a los chinos...
Si llegara a luchar contra ellos no sería una lucha justa.

Dijiste que odiara a mis enemigos.
Los odio,¿qué más quieres aparte de cólera y venganza?

Dijiste que odiara a mis amigos.
Adiós amistad,adiós a todos,
que son como el corazón y como el hígado.
¿Quieres que te diga algo más?

Dijiste que odiara a los pobres.
Me propusiste eliminarlos...
La única razón por la que vivimos es para verlos como retrocedemos...

¿Y si avanzamos?

Dijiste que odiara a mi cuerpo.
Ya me he vuelto invulnerable.
Mi deseo de avergonzarme es demasiado grande...

Y,¿qué pasa si te digo que odies todas esas cosas que me dices que odie?
¿No crees que nos estaríamos equivocando?

1 comentario:

Ximena Del Río dijo...

la verdad q la sociedad nos ensela a odiar a todoe l mundo