miércoles, 12 de enero de 2011

No te ofendió,¿sí?

Una de las cosas que más añoro y a la vez que más detesto es mi trabajo.Sí,sí.Está lejos de mi casa,es más,creo que la mayoría de los que trabajan tienen a su trabajo a kilómetros de distancia de donde viven,no importa si sean abogados, gasfiteros, carniceros, economistas, médicos, profesores de literatura avanzada,programadores de Play Station 3 o carniceros,siempre va a estar lejos.Por si acaso,hablo de "trabajo",no de "negocios".Lo bueno de un trabajo es que,aparte de trabajar,ya te ganas algo.Un ejemplo:mi salario es mínimo,sí,pero me alcanza para mantenerme,además,de que si hago horas extras me pagan también,pero ahora,a lo que no puedo acceder es a un sindicato,ya me lo han prohibido,pues todavía no tengo un cartón o un certificado como para integrarlo,salvo la Junta de Accionistas.
Otra cosa también que más añoro y a la vez que más detesto de mi trabajo,es que ya me han amenazado de muerte por no cortarme el pelo.Bien.Lo haré,uno de estos días.
Hablando de "uno de estos días",ha habido un suertudo trabajador que una vez,cuando estaba en la máquina expendedora de gaseosas,me contó que le habían dado el trabajo de ir al aeropuerto a recoger a un funcionario alemán.
-Voy a ir al aeropuerto a recoger a un funcionario alemán-me dijo feliz.
Yo cogí la botella de Coca-Cola.La destapé y le di un sorbo con la envidia que tenía dentro.Luego,le dije:
-Felicidades.Espero que lo disfrutes.
Y después,lucí un gesto de apenado para que al menos tenga compasión de mí y me de su labor,pues allá el café tiene un sabor muy en particular (lala lala lala),y aparte que quería tener un cierto contacto (no ser malpensados) con el alemán.La pena fue tal que al final dio resultado,el tipo se compadeció y me dijo:
-Italo,¿quieres ir al aeropuerto conmigo?
Y yo,como si fuera el Chavo del 8,me di la alegría de mi vida.
-Yeah!! F*cking yeah!!!!Ya,vamos rápido para que el jefe no me vea.
-¿Qué dijiste?
-Hola,jefe...
Sí,mi jefe estaba en la cafetería.Ese día,al final,pude concretar mi sueño de hablar con aquel alemán,al menos de practicar el idioma.No entendí casi nada pero la intención es lo que vale.Por cierto,ese día estaba tan agotado,que ni siquiera me di cuenta de que tenía clases en la universidad al día siguiente.Tenía el horario en la mañana,unas tres horas y de ahí,feliz.Pero lo que no es feliz es que tengo que leerme tres separatas para el jueves que viene.
Bueno,cosas pasan,cosas vienen,cosas vuelan,y entre ellos está Noam Chomsky.
Ahora me despido,tengo que seguir trabajando.


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