Para el esquizofrénico, entender el entorno que lo rodea es complicado debido a que posee ciertos trastornos mentales en donde participa el papel de la distorsión. He ahí la idea de no tener “una salida” al momento de comprender o recibir mensajes. Es por ello que realizar una forma de comunicación con un esquizofrénico es un asunto sensible puesto que existe una discontinuidad que ya se sabe que se va a dar y que se va a romper el hilo automáticamente.
En detalles como este, entra a jugar un papel muy importante la teoría de los “Tipos Lógicos”, que está basado en la confusión de un primer mensaje con un segundo, y que basta con saber que el significado de la palabra contiene un nivel de abstracción diferente en ambos para que esta teoría se ejecute. No obstante, esta tiene una relación muy estrecha con el “doble vínculo”, pues sus definiciones son esenciales para distinguir la comunicación literal y metafórica.
El doble vínculo es una situación que tiene un sujeto al momento de entender, comprender o sintonizar dos mensajes que son diferentes o discordantes pero a su vez que tienen un propósito en común. Su origen se debe a los conflictos internos recogidos durante toda la etapa de su vida, y que al participar en la comunicación entre una persona y un esquizofrénico, este último tiende a confundir ciertas palabras otorgándole otros significados.
Las consecuencias del doble vínculo Consecuencias como la de no recibir un mensaje completamente, es una de la principales, debido a que consigue la desorientación, la falta de comprensión. Un ejemplo claro es la de si no comes tu comida, no recibes postre, y si comes tu comida no recibes un postre. Tal puede ser solucionado arrebatando el postre o reaccionar violentamente, asunto que el esquizofrénico no lo hace ya que si llega a hacerlo puede producirse un colapso en la mente del sujeto que discriminaría los Tipos Lógicos. Puede ignorar (o como dice en la lectura, “discriminar”) el mensaje para responderlo según su criterio; en caso de que esté atrapado en el mensaje de dos personas, puede ignorar uno; y, en otros casos, el individuo no responde ninguno ya que es incapaz de responder un mensaje. Además, cabe resaltar que el esquizofrénico no responde y no entiende a mensajes metafóricos, pues lo confunde con lo literal al momento de estar atrapado en ese “doble vínculo”.
Un ejemplo de doble vínculo es la clásica frase de “haces esta acción sí o sí”. Prácticamente, una persona está obligando a realizar la acción encomendad a un sujeto que está acorralado a hacerlo y no posee “ninguna salida” como para dejar aquella situación complicada que está pasando. Tiene dos alternativas: hacerlo a pesar de que sabe que existe un problema que impide desarrollar la acción encomendada o no hacerlo a pesar de que sabe que existe un problema que impide desarrollar la acción encomendada. El sujeto se ve encarrilado en los dos mensajes y no tiene una salida como para evitarlo. Sabe que sí o sí debe de hacerlo y, debido a la poca capacidad que tiene como para responder el mensaje adecuadamente, se ve alcanzado en la confusión.
En síntesis, el doble vínculo marca una diferencia en la comunicación del esquizofrénico. Este no llega a entender bien un mensaje y proporciona otros significados que hace que el mensaje emitido llegue a él con otras distorsiones. Sin embargo, el doble vínculo resalta al esquizofrénico como tal, considerándola incapaz de entender ciertos enunciados y mantiene a la teoría como una forma de saber que hay una diferencia en él, tanto en la comunicación, en su comportamiento artificial (emitiendo otros mensajes o mintiendo en sus gesto, etc.) como el sí mismo.
1 comentario:
No olvidemos que el "doble vínculo" tiene mucho más que ver con la CLASE DE GENTE que rodea al esquizofrénico, más que con el esquizofrénico mismo. Por algo surgió la ANTIPSIQUIATRÍA y, especialmente en estos tiempos, se busca ESQUIZOFRENIZAR a la gente desde los laboratorios de las casas publicitarias...
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